Poco a poco comenzamos con la desescalada, dejándonos un nuevo sentimiento, desconocido hasta ahora, el temor al contacto cercano de quienes nos rodean, pero con más ganas que nunca de abrazar y estar juntos con quienes deseamos, una especie de nueva sensación, al igual que cuando intentamos acercar dos imanes de polos opuestos.
Este sentimiento en las personas, genera un nuevo un contexto, sobre el que las organizaciones, marcas y startups deben replantearse cómo ser relevantes con esta nueva forma de vivir.
Especialmente, aquellas vinculadas con el estilo de vida mediterráneo, un estilo de vida que ahora parece estar en peligro de extinción, y que forman parte de entender nuestra forma de vivir y consumir.
Es el momento de volver a jugar, a intentar unir dos imanes de polos opuestos.